domingo, 3 de mayo de 2009

Sí, soy una puta madridista.

Por joder los tópicos soy del Real Madrid. ¿Quién cojones son los putos fascistas para apropiarse de esa gloria que nos pertenece a los amantes de lo bello, oh, Laudrup? Mi abuelo era rojo y madridista. Mi técnico de luces es troskista y madridista. ¡Mierda! Tenemos derecho al resplandor. No necesitamos explicar el porqué. No necesitamos justificarnos. No necesitamos defendernos. Es amor. Somos homéricos. La épica es universal.

 Pertenecemos a los mitos. Incluso jugando mal ganamos. La victoria nos ama, nos persigue. Por eso a veces perdemos, por mitología, sólo un campeón puede perder y seguir siendo campeón. Sólo el Real Madrid puede ganar partidos con una factoría de pollos mediocres en el vestuario, ganamos y perdemos por mitología.

 Hoy he visto una pintada en Granada donde utilizaban la misma letra para escribir Real Madrid y Real Mierda. Sí, ¿y qué? Tenemos que convivir con la humillación constante, pero Casillas nos redime, mi Casillas, de Bronxtoles, ciudad dormitorio de mi adolescencia. Soy del Real Madrid por tormento y por éxtasis. Soy de los blancos porque mi alma es oscura. Dale la vuelta a mi corazón y verás la camiseta de Zidane. He ido perfeccionando mi técnica vocal gracias a los triunfos y a las derrotas de mi equipo. Sí, soy una puta madridista, y nos sentimos amados por la gloria, cuando ya nadie nos ama.

Una mujer blanca: 

Angélica Lidell  (Directora, actriz y dramaturga)

1 comentario:

Anónimo dijo...

casate conmigo