viernes, 25 de junio de 2010

Bi-dente.

Comía poco, dormía menos. Tan sólo pensaba, sin decidirse.
Al fin se levantó y escribió sus sentimientos en un papel,
plasmando en aquella hoja su deseos más profundos.
Era una mezcla de escenas imposibles, frases inacabadas
y recuerdos utópicos que jamás sucederían.
Las lagrimas le impedían ver con claridad y emborronaban la letra
pero estaba decidida. Esta vez no se echaría atrás.
Cuando terminó, seco su cara con la manga de la camisa y sonrió satisfecha.
Cogió la arrugada hoja y la echo al fuego.
Miro como se quemaba. Se sintió asesina.
Algo había muerto.

lunes, 21 de junio de 2010











Muerte entre las flores
Joel Coen, 1990.

.- ¿En qué estás pensando?
.- Una vez tuve un sueño. Caminaba por el bosque, no sé por qué. Se levantó viento y mi sombrero voló.
.- ¿Y lo perseguiste, no? Corriste y corriste, y finalmente lo alcanzaste. Lo recogiste, pero ya no era un sombrero. Se había convertido en otra cosa, en algo maravilloso.
.- No, seguía siendo un sombrero. Y no lo perseguí. No hay nada más ridículo que un hombre corriendo tras su sombrero.

Con el vestido rojo.


Estaba triste y deprimida, en busca de alguna canción que pusiera sentido a mi sufrimiento, cuando de pronto encontré ésta. Y todo desapareció. Y sólo pude sonreír, sintiéndome un poquito parte de ella, como quien guarda un secreto. Y de pronto me sentí estúpidamente feliz. ¡Qué tontería!

Y ahora no puedo dejar de sonreír, pero ¿qué importa?
Nadie me ve :)

sábado, 12 de junio de 2010

Last Days
Gus Van Sant, 2005.

Si no eres fan de Van Sant, puedes ahorrarte el sufrimiento.
Si eres fan de Nirvana, también.
Eso si, si quieres ver el suicidio de un pseudo Kurt Cobain diestro con un final de lo más "Barroco" (resurrección y ascenso a los cielos incluidos), adelante.
Yo como admiradora de ambos me encuentro con el corazón dividido.

lunes, 7 de junio de 2010

Me da en la nariz...


...Que este va a ser de los peores veranos
de mi vida.

Pink Flamingos





















"Jamás en la historia del cine (estrenado en salas comerciales) nadie a conseguido superar un ejercicio tan trash, cutre, grosero, zafio y repulsivo como lo realizó John Waters en 1972"