lunes, 4 de mayo de 2009

Te gritaría, te escupiría, te arañaría la cara, te pegaría con todas mi fuerzas hasta hacerte sangre, te empujaría y no te ayudaría a levantar, te pisaría, e incluso podría atropellarte.

Te diría todo lo que pienso, todo el asco que me das, que me repugnas, que solo me provocas ansias, vómitos y llanto, que ya me cansé de ti, de tus tonterías, de tus mañacadas y de todas tus gilipoyeces, te diría todo esto sin más. Podría hacerlo, sin duda me sentiría mejor pero ¿De qué serviría? Todo es inútil contigo, al fin lo he comprendido y te doy las gracias. Ahora solo espero que todo este asco y odio que siento hacia ti pronto se convierta en indiferencia para con un poco de suerte no volver a pensar más en ti.

No hay comentarios: