Empecemos porque vale, la idea era buena, pero indefinida. No nos quedó claro si lo que pretendía era una llamada a la reflexión o matarnos de aburrimiento. ¿Y a qué santo viene esa forzada y patética historia de amor? Era ñoñeria del todo innecesaria que nos podía haber ahorrado. Quizá con ella pretendiese alejar la atención de la ilusoria trama que, además de carecer de todo tipo de fundamento, no queda del todo explicada. Y para rematar la faena, un final del todo predecible.
Lo siento mucho, pero no me ha gustado nada.
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