miércoles, 20 de octubre de 2010

Tic, tac!

En la playa de los muertos,
yo te hablaba, tú temblabas de pasión.

Hace algún tiempo, el termino "toda una vida juntos" provocaba largas horas de ansiedad en mi mente. Ahora sólo puedo pensar que, si mi vida acabase en unas horas, querría pasar cada segundo restante contigo. Me das tanta paz, tanta tranquilidad. Tu respiración, tus latidos, tu olor, tus besos. Necesito cada rincón de tu mente y tu cuerpo. Me haces tanta falta.

Pero no somos uno, somos dos. Estuve a punto de olvidarlo.

2 comentarios:

L dijo...

¿Y esa risita, Sr.Anonimo?

Anónimo dijo...

Tú sabrás, bañista en octubre